Cuando empecé este libro, no tenía la menor idea de qué trataba. A medida que avanzaba en la lectura, me di cuenta de que me encantaba. No estoy muy acostumbrada a leer libros hondureños; no recuerdo si ya les había dicho eso, pero este me encantó. Sentí que conectaba mucho conmigo, que lo entendía muy bien. No sé si es la forma correcta de expresarlo, pero los hondureñismos que se encuentran son supremos. Nunca antes había sentido que un libro nacional conectara tanto conmigo. Cada párrafo me dejaba con ganas de leer el siguiente, lo cual podría considerarse raro porque en sí no es una historia contada cronológicamente, por así decirlo, sino que más bien nos presentan a los personajes. Yo leí la segunda edición y el posdata me encantó.
Realmente recomiendo este libro a todas aquellas personas que quieran comenzar a leer a autores hondureños; es una excelente forma de empezar. Giovanni Rodríguez me demuestra una vez más lo buen escritor que es.
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